La Epopeya de Ludwig

Ludwig deja su casa en Khovo para viajar a través de medio oriente, en lo que sería un viaje iniciatico, ya que en su camino topa con diversos personajes de los cuáles aprenderá algo, hasta que llegue el momento de su regreso para encontrarse de vuelta en casa y descubrir que lo que dejó constituía su mayor tesoro

La epopeya de LUdwig se presentó durante varias semanas en la casa del Lago y bueno, aunque ya no continúa , porque incluso fue hace ocho dìas la última funciòn (yo fui a la penúltima, el último día), no quería dejar pasar la oportunidad de escribir sobre ella, aunque ya no estuviera en cartelera.... Originalmente fui movida porque pensé que sería en francés y quería ver-oir teatro en francés, pero no, era en español y para niños. La presentó el grupo "Un peu plus à l ´Est" y fue escrita y dirigida por Pascal Corm, que también interpeta a los personajes con los que se encuentra Ludwig y la hace de narrador. Actua tambièn Julien Le Gargasson, que interpreta a Ludwig.
Lo que me gustó de esta obra fue el poder de la palabra, de hecho es más narración oral que teatro, aunque combina esto del teatro, al presentarnos personajes, que diría yo, más bien son como acuarelados (esbozados, pintados así con tonos claros) , ya que creo que el peso recae más bien en la narración y en la posibilidad que le dan al público de recrear en su mente todo aquello que es nombrado.
Es una presentación donde lo importante es el universo que crean los actores con pocos recursos y con un vestuario muy ingenioso.
En lo particular, el momento que más me gustó de toda la epopeya fue cuando muchísimos animales acompañan a LUdwig y el narrador se trepó en un árbol.. fue un momento realmente mágico y que disfrutamos los niños que estaban ahí y los no tan niños (niños de corazón), que también ahí andábamos.
Los actores comentaron al final que era su ùltima función en México y que el director emprendería un viaje, por lo que al menos en dos años La Epopeya de LUdwig, terminaría presentaciones. Explicaron también que fue escrita a la luz de los aprendizajes de los viajes, de cómo en esos viajes las personas que te encuentras dejan un poco de ellos en ti. Se me hizo muy hermoso lo que vi, sobre todo cuando Ludwig regresa y se da cuenta que se tuvo que ir muy muy lejos para saber que el tesoro estaba en casa: su padre... después volvió a viajar.
Según mi punto de vista, todavía se podría aprovechar un poco más la estancia de Ludwig en los diferentes lugares, ya que queda un poquito por encima el asunto, sin embargo yo creo que para los niños funciona muy bien... por eso me gustó mucho y porque me movió. Así que no puedo más que decir que a veces hay que ir un poco más al este, y quiero darle las gracias a los dos actores, esos franchutes que me hicieron viajar con ellos en una tarde hermosa de domingo que no pudo haber tenido mejor remate que las esculturas en metal de Leonora Carrington (que están en Reforma) y fotos de sus cuadros... OBLIGATORIO IR.
Ah se me olvidó comentar que cuando Ludwig regresa a casa, trae con él (en el vestuario) un cacho de cada lugar... eso se me hizo un gran acierto, no sólo porque creo que en un viaje uno se trae cachitos de personas, lugares, etc. sino también como un recurso creativo, una metáfora cosida.