lunes, 4 de febrero de 2008

El ruido del agua...

...dice lo que pienso.
La marcha en defensa del maíz... hermosa, energética, digna, diversa...
Pongo aquí un momento dentro de esa marcha de la cual hablar lo que ya se ha dicho, creo que no tiene caso, lo que sí es que sería increíble que se renegociara el TLCAN.
Bueno, pues por azares del destino que tienen que ver con buscar a las guerreras chihuahuenses a las que medio encontré porque en un minuto las perdí, resulta que me tocó ver la representación del teatro tarahumara, un grupo de teatro popular que presentó una obra sobre las consecuencias del TLC, para los campesinos de la sierra tarahumara. Lúdica, divertida, sencilla y comprometida resultó esta representación, que entre canciones, datos y un ingenioso teatrino de madera y de papel kraft, nos compartió lo que viven los tarahumaras que ante medidas como el TLCAN, han tenido que abandonar sus cultivos e irse a los united states, para formar parte de las gruesas filas de migrantes que día a día cruzan la frontera en busca de mejores oportunidades, o de otras oportunidades que este país no ofrece. Por otro lado, contaron-actuaron las presiones que viven para incorporar en sus siembras semillas transgénicas, así como un balance de lo que antes podías comprar con un salario mínimo en tortillas y frijoles, y lo que ahora puedes. Quise compartir este momento, ya que la verdad la creatividad y el compromiso de este grupo de teatro indígena de la sierra tarahumara es muy grande y porque es la segunda vez en la vida que los veo sin que sea mi intención, o sea me los encuentro actuando así nomás, en este tipo de eventos, lo cual indica que es un grupo que está comprometido con la lucha social, desde su orilla (el teatro) y eso da gusto, también porque es un grupo mayormente formado por indígenas de la tarahumara y porque con pocos recursos nos hacen vivir un momento mágico.
En fin... a cachos pude estar en esta marcha, pero la energía que ahí se vivía era una cosa.. realmente fuerte, ver también a viejas organizaciones caciquiles como la cnc, unidas a esta demanda en la que también estaban organizaciones más bien plurales, fue más que shokeante, no por verlos juntos, sino porque es tal la gravedad de la crisis que vive el campo, que hasta organizaciones con poder se unen a este reclamo. Dicen algunos que hubo 150 mil personas, otros que 300 mil y así, pero fue impresionante. Por otro lado fue una marcha no sólo campesina, ya que diversos sectores sociales estaban ahí y eso da gusto y dice mucho: obreros, estudiantes, campesinos, etc.
Un momento realmente que puso los pelos de punta fue la entrada de los tractores que venían del norte, los hombres que iban en ellos no se veían cansados, se veían corajudos, bravos y fue una imagen muy bella.... como la marcha en sí.
POr otro lado, el hi ku que es título del post de hoy, es japonés y es también el nombre de una obra de teatro que el maestro Jean Marie Binoche se encuentra presentando en la ciudad de México. NO considero tardío este escrito, ya que hago el anuncio de que esta obra se está presentando actualmente en el teatro La Capilla de Coyoacán y bueno, digo que no es tardío porque apenas escribo lo que en la conferencia que este maestro diera hace ya días en la Casa de Francia, oí.. Ahí les va.
Jean María Binoch es un mascarero, es decir un artista que crea máscaras teatrales, pero es también maestro, investigador y director teatral.
Para Binoch todo actor debe vaciarse de sí mismo, ya que si no lo hace no puede entrar el espíritu del personaje, ya que el espacio lo ocupa el espíritu del actor y esto ocasiona un conflicto en el que lamentablemente el personaje pierde, por lo mismo es vital para el actor, vaciarse. ESto se logra mediante una serie de ejercicios que tienen como punto de partida el caminar y reconocer este mecanismo mediante el cual, con el apoyo del cuerpo al suelo, se logra que el segundo devuelva la energía que el cuerpo le dío, originando esto un vaivén entre cuerpo y suelo, conectados por la energía telúrica, lo cual genera chispas energéticas que prenden un punto que tenemos abajo del ombligo que se llama el ki, que es la fuente de vida y que hace que la columna toda reciba esta energía y que a su vez la distribuya en el sistema nervioso y la haga llegar hasta las puntas de los dedos.
Así pues, uno como actor se tiene que limpiar poco a poco para que el cuerpo quede neutro, vacío y dispuesto a encarar cualquier cosa que suceda... y por lo mismo a poder recibir a una máscara.
-La máscara responde a leyes dramáticas, y el cuerpo tiene que ser esculpido por el actor en una selva de posibilidades en las que hay que machetear la maleza para que quede el lenguaje propio de la máscara. De igual forma se esculpen las palabras, los sonidos, etc, hasta que quede un personaje verosímil. Para eso Jean Marie recomienda desconfiar de tus propias ideas; el actor debe prestar sus medios al personaje, que está por delante. ^Personaje adelante, actor atrás.
Por eso uno debe abandonarse a sí mismo.
-En cuanto te quitas la máscara, el personaje te abandona.
Cuando un asistente le preguntó al maestro de cómo hace él para crear sus máscaras (que por cierto son hermosas), este respondió que el tiene "cierta pereza, que tiene que dejar tiempo pasar hasta que llegue la visión, el artista es visionario, el artista no tiene prisa, artista deja que la visión lo invada", luego hace una primer versión y cuando la acaba invita a los actores que la usarán e intercambian ideas, que si yo me la imaginaba así o más asá, etc. (Para esto, el primero recibe el texto, luego que acepta habla con director y actores quienes le dicen todo lo que se imaginan y piensan, para que el ya después de sus días de "pereza" haga la primer versión) ... la vuelve a trabajar y así hasta que queda la máscara.
Comentó también que la máscara es un altoparlante del sentimiento que cruza al personaje que lo habita, por eso tanto el mascarero como el actor tienen que tener una sinceridad absoluta y deben abandonarse al personaje.
Un espectador le preguntó que si no basta con un maquillaje para que exista una máscara. El contesto que sólo en el maquillaje chino, o con los bailarines de katakali en la india, que sólo ellos tiene un maquillaje-máscara que realmente los transforma en un personaje.
Jean Marie Binoch dijo también algunas leyes de la máscara.
Dijo que si tu máscara es violenta y tu haces como actor un trabajo violento no tiene caso, porque generas lo contrario, ya que se da una negación, que es mejor dejar un espacio al trabajo del actor buscando contradicciones y complementariedades. Que es más intersante en una máscara violenta, por ejemplo, un trabajo corporal afable, calmado. Dijo también que cada máscara lleva su regla. Que por ejemplo, en una media máscara se libera la voz, que una máscara completa no habla.
Ante otra pregunta más que fue cuáles son las capacidades que debe tener un actor que trabaja con máscara, dijo que la principal es el deseo, desear trabajar con la máscara.
Binoch dijo también que la máscara es una puerta a la imaginación, que libera al actor y platico del colorido y la magia de las máscaras de los mascareros mexicanos, y de cómo un experimento que quiso hacer (reunir mascareros tradicionales- con actores) fracasó, ya que no cedían ni unos ni los otros, pero que ojalá algún día con base en las máscaras tradicionales mexicanas, se pudieran hacer máscaras teatrales.
Esta plática que diera este sencillo y sabio ser humano, fue sin lugar a dudas interesante, ya que eso de vaciarse, trabajes o no con máscara, es una premisa actoral. Actuar se vuelva más bien en quitar más que en un poner... en vaciarse, quitarse trabas, prejuicios, posturas corporales, etc para poder recibir más limpiecito a un personaje, darle un cuerpo neutro, una voz neutra, para que el pueda hablar y escuchar, oir y hacer a través de ti.
La máscara sin lugar a dudas es algo mágico. PIenso en las máscaras de los huehues en Huautla de jiménez, Oaxaca... En el día de muertos los huehues salen a la calle y con ellos y entre ellos, se supone que salen los muertos, que no se asustan ante las máscaras y ese día los huehues y los muertos andan por las calles echando relajo, cantando y visitando las casas de sus familias y amigos. Algo que es extraordinario es que a cada casa donde van, quien los recibe les invita comida y cosas que no puede nombrar literalmente, por ejemplo un trago de aguardiente no es un trago de aguardiente, sino un agua que te hace ver cosas y así por el estilo..
ES también mágico ver a un actor con máscara, o mejor dicho a un personaje que habita temporalmente en el cuerpo de un actor.

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